El Credo de FFA CREO en el futuro de la agricultura, con una fe que no nace de las palabras sino de los hechos— logros conseguidos por las generaciones presentes y pasadas de agricultores; en la promesa de días mejores a través de mejores maneras, así como creo que las mejores cosas de las que gozamos hoy han llegado a nosotros como resultado de las luchas de años anteriores. CREO que vivir y trabajar en una buena finca, o dedicarse a otras actividades agrícolas, es agradable, y al mismo tiempo es un reto, porque conozco las alegrías e inconvenientes de la vida agrícola y mantengo una afición innata por aquellas asociaciones que no le negaré ni siquiera en horas de desaliento. CREO en nuestro propio liderazgo y en el respeto a los demás. Creo en mi propia capacidad de trabajar de manera eficiente y de pensar con claridad, con cuantos conocimientos y habilidades pueda adquirir, y en la capacidad de los agricultores progresistas para servir nuestros propios intereses y el interés público en la producción y la comercialización del producto de nuestro trabajo. CREO en menos dependencia de la caridad y más poder en la negociación; en la vida abundante y en que haya suficiente riqueza honesta para ayudar a que así sea—tanto para los demás como para mí; sin necesidad de caridad y más de ella cuando sea necesario; creo en ser feliz y en ser más honesto con aquellos cuya felicidad depende de mí. CREO que la agricultura de Estados Unidos puede y debe mantenerse fiel a las mejores tradiciones de nuestra vida nacional y que puedo ejercer influencia en mi hogar y en la comunidad, que se mantendrá firme por mi parte en esta inspiradora tarea. El credo fue escrito por E. M. Tiffany y adoptado en la 3ra convención nacional de FFA. Se revisó en las convenciones Nos. 38 y 63.
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